El principal pero que podemos poner es la llamada ‘Brecha Digital’, brecha que hace que exista más distancia, nuevamente, entre los paises ricos y los paises pobres, y sin llegar a tanto entre las regiones más ricas y las más pobres. Es decir, Internet es un sistema global, libre y democrático … y para todos. Aún así, el 54 % de los españoles no usan internet.
Existen algunos problemas que pueden explicarlo:
En primer lugar tenemos las barreras tecnológicas que impiden que todo el que quiera pueda conectarse. La banda ancha, y la tecnología móvil no llegan al 100 % de la población, no solo en España, sino tampoco en el resto del mundo. África, nuevamente, es un claro ejemplo de tercer mundo en tecnología. En nuestro país, comarcas recónditas de Andalucía, Extremadura, Castilla-León o Galicia, continúan aisladas tecnológicamente. Casi el 30 % de los hogares disponen de conexión de banda ancha, pero aún así, hay casi 4 millones de españoles que no pueden tenerla por dificultades técnicas, y otros 12 millones no pueden elegir entre tecnologías por no tener acceso a operadores de cable
Otro problema es la formación. Si ha sido costoso que el uso del ordenador se generalice, y aún así a la población de más de 50 años le resulta complicado adaptarse a esta herramienta, prácticamente habitual en cualquier trabajo, es mucho más costoso que esta misma población utilice Internet, algo que es más conceptual, y que requiere romper con determinados esquemas de la rutina diaria. Además, la formación va ligada a la extensión de las tecnologías al común de la población. ¿De que sirve formar a alguien en algo a lo que no pueden acceder? Un tercio del porcentaje de los que no la usan, no lo hacen por que no saben
El siguiente obstáculo con el que nos encontramos, y que va un poco ligado al anterior es saber para que uso Internet. ¿Para que me sirve?. Porque además de poder dedicarnos a estar más informados y a conocer más de aquello que nos interese, y tener actividades de ‘ocio’ como publicar y ver fotos y vídeos, de algo más me tiene que servir. En el barómetro del CIS del mes de marzo de 2007, de donde se han extraido estos datos estadísticos, otro tercio de ese 54 % mencionado anteriormente, ni le gusta, ni le interesa.
El coste es otra barrera que dificulta la generalización. El coste de las líneas en nuestro país es alto y de no bajar, difícilmente se podrá generalizar. A un 6 % de ese mismo porcentaje, les parece caro el acceso. Si tenemos en cuenta, los salarios españoles, pagar 50 € cal mes por una conexión de banda ancha, es algo serio.
Las soluciones o las medidas a tomar parecen evidentes, pero en algunos casos, como las barreras tecnológicas, serán dificiles y costosas.
En el resto de casos, la formación, los planes gubernamentales (que hasta la fecha no han supuesto que haya aumentado el numero de personas que usan internet) dirigidos a toda la población puden ser medidas que contribuyan a generalizar este uso.
La accesibilidad electrónica a nuestros sistemas sanitarios, la administración pública (local y nacional) y la simplificación de trámites utilizando internet contribuirían a que la población tomase un interés mayor en su uso,y lo viera como algo útil. Hacer las gestiones desde casa, y no tener que esperar interminables colas delante de una ventanilla es algo que todos agradeceremos.
Un notable de esta accesibilidad al ciudadano es la Agencia Tributaria, pionera en la gestión de los impuestos a través de internet.
La seguridad en las transacciones bancarias y electrónicas, y como garantía de ello, al igual que en el acceso a las administraciones públicas, la utilización de certificados digitales o la incipiente extensión del DNI electrónico contribuirán a que nos fiemos cada vez más de este eficiente medio que es Internet.
Deseo que el próximo año todos estos porcentajes negativos hayan conseguido reducirse, aunque mucho me temo, que solo un año es insuficiente para vencer todas estas reticencias y temores.
Felicidades, Internet.